Es normal que las situaciones desconocidas nos causen miedo o desconfianza, pero lo que no es normal es que “nos rindamos” ante ese miedo, porque lo único que vamos a lograr es enfermar de lo que sea, empezaremos con un dolor aquí y otro allá, sin darnos cuenta que es nuestro estado de ánimo el que le está abriendo paso a la enfermedad.

En estos momentos estamos “atiborrados” de información y de opiniones respecto a esta pandemia, pero lo que es seguro, es que los ojos con que veamos lo que ocurre, definitivamente tendrá un impacto sobre nuestra salud, para mantenerla o para perderla. Es por esto que tenemos que escoger con qué “alimentamos” nuestra mente: debemos ser selectivos con lo que vemos, con lo que leemos, con lo que creemos… Después, afirmarnos que el mejor medicamento contra cualquier enfermedad, virus o bacteria, está dentro de nosotros: nuestro sistema inmune, que está trabajando 24/7 para protegernos, y tiene la capacidad de reconocer los agentes externos que nos dañan, combatirlos y recordarlos para que no nos vuelvan a dañar. ¿Y cómo lo fortalezco? Con una nutrición adecuada, ejercicio, pero además con tranquilidad, con optimismo, con pensamientos positivos y con confianza en nosotros mismos y en que todo va a estar bien.

Cuidémonos pues de forma integral, para crear una vida, individual y colectiva, más sabia, más unida y sobre todo más sana.