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Comunicación asertiva y humana: médico- paciente - familia

Por el Dr. J. Antonio Meneses Hdez.

El concepto de asertividad podemos definirlo cómo: “la capacidad de comunicar, a las personas que nos rodean, nuestros sentimientos y necesidades, pero evitando herir y ofender a los demás”.

Esta definición resalta por demás, la capacidad que se debe poseer, para dar, en el caso que nos ocupa, una noticia no tan buena para los familiares y el paciente con respecto a su estado de salud y su pronóstico médico.

Tal y como lo podemos apreciar en la definición, esta capacidad tiene sus bases en el sistema de valores del comunicador (el médico). Por último, evitar herir u ofender a los que reciben la información a través de las palabras utilizadas en la comunicación.

Lamentablemente la formación en las escuelas y facultades de Medicina, no incluye una materia que prepare al futuro médico para brindar esta información de un modo asertivo y, la mayor parte de médicos, debe hacer uso de sus limitados recursos para emitirla.

Es por ello que no es raro escuchar por parte por parte de familiares y del propio paciente expresiones como estas:

  1. a) “El doctor fue muy inhumano con nosotros, nos dijo que nuestro familiar ya se iba a morir, hiciéramos como le hiciéramos”.
  2. b) “El doctor nos ofendió y habló con groserías cuando nos dio la noticia del estado de salud de mi padre y nos dijo: ya se jodió”.
  3. c) “El doctor nos trató muy mal porque le expresamos que teníamos mucha fe un milagro por parte de la Virgencita de Guadalupe y nos dijo que no nos cerráramos a la realidad y no fuéramos unos ignorantes y fanáticos, que cuando la ciencia médica lo determina, hasta allí llega el enfermo”.

En ejemplos como estos, y muchos más que he escuchado a través de más de 40 años de práctica médica, dejan al descubierto el poco tacto que tiene el médico para dar una “mala noticia” y agrediendo verbalmente a los dolientes, en vez de convertir sus palabras en un consuelo.

En mi experiencia existe un proceso para dar una noticia de este tipo:

1) LA PREPARACIÓN. Esta se presenta cuando durante todo el proceso de la enfermedad, hablamos claramente con el enfermo y sus familiares, sin ocultar nada, y respondemos a todas sus inquietudes de una manera clara, con veracidad y de una forma respetuosa. Haciendo lo propio durante toda la evolución de la enfermedad.

2) LA FASE PRE-AGÓNICA. En este lapso de la enfermedad, es cuando el médico debe estar mucho más unido al enfermo y a su familia, con visitas frecuentes y una mayor comunicación con los familiares, que sin duda la necesitan. Compartiendo

su visión espiritual de lo que es la muerte (si no tuviera una visión o creencia espiritual, respetar y exhortar al paciente y familia que se sostengan en las propias); y es el momento en que entran en juego la escala de valores del médico, que si no los tiene, no será mucho lo que pueda ofrecer. En esta etapa es cuando a través de los cuidados paliativos se debe proporcionar al enfermo una mayor paz, al ayudarle a estar sin dolor, bajar sus niveles de ansiedad y aceptando su condición cuando pide “ya no me hagan más cosas, ¡déjenme descansar!” Saber escuchar y obedecer a sus peticiones; y no, en el afán de convertirse en superhéroes médicos, intentar un sinnúmero de procedimientos que sólo hacen sufrir al enfermo y hacer que su partida sea mucho más dolorosa. Recordar que el dolor del enfermo es también el dolor para la familia.

3) EL DESENLACE. Hasta aquí no termina la labor del médico, es conveniente que el doctor sea un acompañante de la familia en estos momentos de dolor y, por medio de su conocimiento y experiencia espiritual propia, se convierta en el comunicador también en esta etapa, ya sin el paciente presente, y transmitirles la esperanza de una vida mejor despojado del cuerpo, que era el que sentía el sufrimiento y que ahora se encuentra en un estado de paz total.

Como habrán podido notar, este tipo de noticias es imposible darlas sin una real preparación, en frío.

De esta manera, llegará a existir un agradecimiento eterno por parte de la familia del enfermo y no se convertirá en reproches como de que “el médico lo mató” o “el médico ya no hizo nada y sólo lo torturó”, con el consiguiente resentimiento que hará que el médico pase a constituirse en un enemigo, por el mal servicio y trato recibido.

Todo ello, originado por la falta de saber como llevar a cabo el proceso de la comunicación o brindar una comunicación asertiva.

Picture of Dr. J. Antonio Meneses Hdez.

Dr. J. Antonio Meneses Hdez.

Rector del Instituto Mexicano de Inmunología General
e Inmuno-Oncología A.C.

IMAGEN: Encabezado: Diseñada por Freepik

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Revista 4 – Ene2020

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