La natación es el movimiento o desplazamiento a través del agua mediante el uso de las extremidades corporales y sin utilizar ningún instrumento artificial. Además de recreativo, es muy beneficioso para el ser humano y desde épocas pasadas ha contribuido enormemente a mejorar la calidad de vida de los niños y adultos con alguna situación de salud. Es un deporte muy particular, debido a que se puede practicar toda la vida.

Actualmente la natación también es un recurso terapéutico importante. En niños con PCI (parálisis cerebral infantil), síndrome de Down, autismo, asma, diabetes infantil, etc. Para compensación de desviaciones de la columna, (hiperlordosis, hipersifosis, escoliosis, hernias discales, etc.), artrosis, artritis, obesidad. Por otro lado, la natación tiene múltiples beneficios para el desarrollo físico, social y psicológico.

– En el agua hay mayor relajación de músculos.

– En el agua poseemos mayor libertad de movimiento.

– Mejora el desarrollo psicomotor, mejora la postura corporal.

– Mejora la capacidad propioceptiva, debido a la variedad de estímulos que se logra dentro del agua.

– El agua permite a los niños mejorar su equilibrio, coordinación y conocimiento del espacio.

– Ayuda a mejorar estados de ansiedad y aliviar síntomas de depresión.

– Fortifica los tejidos de las articulaciones evitando probables lesiones.

– Al nadar se mueven todos los grandes grupos musculares y se realizan ejercicios sin impacto.

La natación terapéutica es un programa enfocado 100% a ayudar a mejorar las condiciones de salud del alumno, estas actividades complementan los tratamientos farmacológicos, ortopédicos, rehabilitadores u otras estrategias médicas que puedan considerarse.

Finalmente, por medio de la natación en una perspectiva como recurso terapéutico, el alumno podrá salir del círculo vicioso en el que llega a caer.